La finalidad de esta práctica es comprobar la respuesta de la cámara a los diferentes valores ISO, en mi caso la Canon EOS 600D que te permite seleccionar desde un ISO 100 hasta 6400.
La sensibilidad ISO es el valor que determina la cantidad de luz que necesita el sensor de nuestra cámara para hacer una foto.
Al realizar la misma fotografía desde el ISO más bajo hasta el más alto, vemos como va apareciendo grano en la imagen, siendo más apreciable a partir de ISO 800. Por lo tanto, a la hora de elegir la sensibilidad del sensor habrá que tener en cuenta que hasta 400 tendremos una imagen prácticamente libre de ruido y si se utilizan valores a partir de 800 se irá apreciando más, sobre todo en las zonas oscuras de la imagen.